Dentro del debate que se originó en torno al proyecto de ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la licenciada en Ciencias de la Comunicación, Mariana Baranchuk, brindó junto con el secretario de FATPREN, Gustavo Granero, una charla para los alumnos de la escuela de periodismo TEA.
Baranchuk se dedicó a explicar los 21 puntos que componen la Iniciativa de la Coalición por una Radiodifusión democrática y a establecer las principales diferencias entre la actual ley vigente – ley 22.285 – y el proyecto oficialista.
Dentro de los puntos sobresalientes, cabe destacar el control en el otorgamiento de las licencias, y la división en 3 partes iguales de las mismas, entre los organismos privados, públicos y ONGs.
El pasado 16 de septiembre la Cámara de Diputados le otorgó la media sanción a este proyecto que, de ser aprobado, significaría la apertura de nuevos puestos de trabajo y de esta manera se descentralizarían de los grandes grupos privados. Esto último fue avalado por Baranchuk y Granero, que afirman la generación de una mayor demanda laboral.
Durante otro pasaje de la charla, Baranchuk explicó que la Autoridad de Aplicación, de ser sancionado el proyecto, estaría conformadapor 2 representantes del Poder Ejecutivo, 3 representantes del Congreso (las 3 primeras minorías) y 2 partícipes provenientes del Consejo Federal de Comunicaciones Audiovisuales.
A pesar de la puja que esta ejerciendo la oposición para que se modifiquen ciertos artículos, el proximo 9 de octubre la Cámara de Senadores será el ambito en el que el oficialismo buscará conseguir la media sanción restante para promulgar el proyecto como ley.
Fabián Rodríguez Mase.
martes, 6 de octubre de 2009
domingo, 4 de octubre de 2009
Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual
“La ley no es contra nadie, pero a algunos les hace un poco de daño”, expresó la licenciada en Ciencias de la Comunicación y docente de la UBA, Mariana Baranchuk, quien ofreció una didáctica charla relacionada con el nuevo proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual para los alumnos de la escuela de periodismo TEA.
Acompañada por el secretario general de FATPREN, Gustavo Granero, Baranchuk comenzó su exposición repasando brevemente los 21 puntos que conforman la iniciativa de la Coalición por una Radiodifusión Democrática y desmintió el popular el lema instaurado por múltiples medios radiales y televisivos: “no es cierto que esto sea una Ley K”.
Ayudada por diapositivas, la educadora destacó y confrontó una serie de aspectos salientes entre la ley 22.285 –actualmente en vigencia- y el nuevo proyecto. Entre otros, se refirió a la duración y otorgamiento de licencias, división en tercios iguales del espectro audiovisual para los sectores comerciales, públicos y ONGs o porcentaje permitido a abonados de prestación de servicios a los cableoperadores.
El proyecto, que ya obtuvo media sanción y 215 modificaciones por parte de la Cámara de Diputados, llena de ilusión a todos los estudiantes y profesionales periodistas que desean formar parte activa de los medios. Así se encargaron de ratificarlo Baranchuk y Granero, afirmando que el desprendimiento de las licencias por parte de unos para la adjudicación a nuevos licenciatarios, generará y fomentará una mayor demanda laboral.
“La ley no es contra nadie, pero a algunos les hace un poco de daño”, advirtió Baranchuk con respecto a la postura de los multimedios. También enfatizó sobre la cuestionada Autoridad de Aplicación que actualmente es el COMFER y, de sancionarse el proyecto, la nueva entidad estaría integrada por 2 representantes del Poder Ejecutivo, 3 representantes del Congreso (las 3 primeras minorías) y 2 partícipes provenientes del Consejo Federal de Comunicaciones Audiovisuales.
Aunque la oposición buscaba realizar cambios en determinados artículos, el oficialismo consiguió la firma del dictamen para dar paso ahora a la trata de la ley en el Senado el próximo 9 de octubre, donde el bloque del Frente para la Victoria aseguró que tendría la cantidad de votos necesarios para aprobar el proyecto y promulgarla ya como ley.
Esteban Furci
Acompañada por el secretario general de FATPREN, Gustavo Granero, Baranchuk comenzó su exposición repasando brevemente los 21 puntos que conforman la iniciativa de la Coalición por una Radiodifusión Democrática y desmintió el popular el lema instaurado por múltiples medios radiales y televisivos: “no es cierto que esto sea una Ley K”.
Ayudada por diapositivas, la educadora destacó y confrontó una serie de aspectos salientes entre la ley 22.285 –actualmente en vigencia- y el nuevo proyecto. Entre otros, se refirió a la duración y otorgamiento de licencias, división en tercios iguales del espectro audiovisual para los sectores comerciales, públicos y ONGs o porcentaje permitido a abonados de prestación de servicios a los cableoperadores.
El proyecto, que ya obtuvo media sanción y 215 modificaciones por parte de la Cámara de Diputados, llena de ilusión a todos los estudiantes y profesionales periodistas que desean formar parte activa de los medios. Así se encargaron de ratificarlo Baranchuk y Granero, afirmando que el desprendimiento de las licencias por parte de unos para la adjudicación a nuevos licenciatarios, generará y fomentará una mayor demanda laboral.
“La ley no es contra nadie, pero a algunos les hace un poco de daño”, advirtió Baranchuk con respecto a la postura de los multimedios. También enfatizó sobre la cuestionada Autoridad de Aplicación que actualmente es el COMFER y, de sancionarse el proyecto, la nueva entidad estaría integrada por 2 representantes del Poder Ejecutivo, 3 representantes del Congreso (las 3 primeras minorías) y 2 partícipes provenientes del Consejo Federal de Comunicaciones Audiovisuales.
Aunque la oposición buscaba realizar cambios en determinados artículos, el oficialismo consiguió la firma del dictamen para dar paso ahora a la trata de la ley en el Senado el próximo 9 de octubre, donde el bloque del Frente para la Victoria aseguró que tendría la cantidad de votos necesarios para aprobar el proyecto y promulgarla ya como ley.
Esteban Furci
miércoles, 9 de septiembre de 2009
La revolución de los medios
Un video que retrata lo que pasó y lo que puede pasar en el mundo informatizado en el que vivimos.
lunes, 7 de septiembre de 2009
Clarin diría "Ahmadineyad propone controlar a los medios"
Según la Real Academia Española, el chisme es una “noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna”. En lo ocurrido en junio de 2009 en Irán, en el chisme se murmuraba sobre el flamante presidente Mahmud Ahmadineyad, y la noticia, que efectivamente era verdadera, anunciaba el atroz fraude electoral que cometió en las últimas elecciones presidenciales.
Ahmadineyad suponía que matando al perro se terminaba la rabia, por lo que con su poder influyente, invitó de manera amable y sutil a los medios tradicionales de prensa y comunicación -tanto nacionales como extranjeros- a no difundir determinaba información que lo encapsule en una misma esfera con la sombra de una victoria fraudulenta.
Pero el chisme filtró por el muro como una pérdida visible de humedad, y llegó al maravilloso mundo del Internet, donde la información circula tan velozmente que amedrenta.
Así es como la oposición a Ahmadineyad, encabezada por el candidato Mir Hossein Mousavi, utilizó medios como Youtube, Flickr y los blogs, y redes sociales como Facebook y Twitter para organizar una campaña basada en denuncias y entrevistas que desencadenaron en marchas y movilizaciones de repudio.
El economista David de Ugarte en su libro "El poder de las redes" plantea el siguiente interrogante: "¿Qué pasa cuando una estructura distribuida se enfrenta a una descentralizada?" y , punto seguido, responde "pues que la descentralizada lleva las de ganar en capacidad de movilización y rapidez de reflejos. Ejemplos no faltan en los últimos años de gobernantes que han pensado que bastaría con controlar los filtros tradicionales (prensa y tv) para condicionar a los ciudadanos asegurándose de que sólo les llegaría la información conveniente". Y no se equivocaba.
Frente a esto, Ahmadineyad intentó restringir a la mitad la capacidad de acceso a la banda ancha en Irán, pero los iraníes buscaron servidores en el extranjero para evadir la normativa.
El poder de Internet es tan amplio, que tan pronto una información es difundida, millones de personas de todas partes del mundo la asimilan al instante, y cada nuevo receptor se convierte en un emisor, retransmitiendo información.
Esteban Furci
Ahmadineyad suponía que matando al perro se terminaba la rabia, por lo que con su poder influyente, invitó de manera amable y sutil a los medios tradicionales de prensa y comunicación -tanto nacionales como extranjeros- a no difundir determinaba información que lo encapsule en una misma esfera con la sombra de una victoria fraudulenta.
Pero el chisme filtró por el muro como una pérdida visible de humedad, y llegó al maravilloso mundo del Internet, donde la información circula tan velozmente que amedrenta.
Así es como la oposición a Ahmadineyad, encabezada por el candidato Mir Hossein Mousavi, utilizó medios como Youtube, Flickr y los blogs, y redes sociales como Facebook y Twitter para organizar una campaña basada en denuncias y entrevistas que desencadenaron en marchas y movilizaciones de repudio.
El economista David de Ugarte en su libro "El poder de las redes" plantea el siguiente interrogante: "¿Qué pasa cuando una estructura distribuida se enfrenta a una descentralizada?" y , punto seguido, responde "pues que la descentralizada lleva las de ganar en capacidad de movilización y rapidez de reflejos. Ejemplos no faltan en los últimos años de gobernantes que han pensado que bastaría con controlar los filtros tradicionales (prensa y tv) para condicionar a los ciudadanos asegurándose de que sólo les llegaría la información conveniente". Y no se equivocaba.
Frente a esto, Ahmadineyad intentó restringir a la mitad la capacidad de acceso a la banda ancha en Irán, pero los iraníes buscaron servidores en el extranjero para evadir la normativa.
El poder de Internet es tan amplio, que tan pronto una información es difundida, millones de personas de todas partes del mundo la asimilan al instante, y cada nuevo receptor se convierte en un emisor, retransmitiendo información.
Esteban Furci
domingo, 6 de septiembre de 2009
La red distribuida en Irán
El pasado 12 de junio se realizaron en Irán las elecciones presidenciales, tras las cuales se pudo corroborar que el candidato vencedor, Mahmud Ahmadineyad, obtuvo la victoria gracias al fraude.
Según admitió el Consejo de Guardianes iraní, organismo encargado de validar los resultados electorales, en 50 ciudades votaron más electores de los inscriptos en el censo.
Al parecer, el gobierno de Ahmadineyad creyó que ejerciendo censura en la prensa local y centralizando la información, iba a mantener en secreto el fraude y alejaría a la población de la verdad.
Pero hoy, las noticias fluyen a traves de varios canales, siendo el más rápido y directo internet y las redes sociales como Twitter y Facebook, que forman parte de lo que hoy se conoce como la red distribuida.
El economista y tecnólogo, David de Ugarte, argumenta en su libro "El poder de las redes", que una red distribuida es aquella en la que internet, conectando millones de computadoras en todo el mundo, abrirá las puertas a una nueva distribución de la información.
La respuesta de la gente no se hizo esperar y estas herramientas, al igual que Youtube y Flickr, fueron las elegidas para realizar denuncias, dar entrevistas y confrontar ideas entre los partidarios del presidente electo y los del candidato opositor, Mir Hossein Mousavi. El blog fue otra de las aplicaciones que se empleó, en este caso para subir fotos y videos de las manifestaciones en oposición a la actitud oficialista, que tuvieron lugar en el país del medio oriente
El gobierno de Irán intentó, sin éxito, bloquear el acceso a Facebook, donde se podían consultar los perfiles de los candidatos y participar en los “muros” para aportar comentarios y críticas al respecto del fraude.
Lamentablemente para Ahmadineyad, con una red distribuida a nivel nacional y mundial, resulta imposible encerrar la información en una caja de Pandora.
Fabián Rodríguez Mase
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